
Sé valiente, enamórate hasta las trancas
Con el tiempo descubrí que eso no dependía de la otra persona, sino era cosa mía. Poco a poco iba siendo consciente de que mi actitud era la que definiría los resultados ya que la otra persona solo necesitaba sentirse segura, cómoda y a gusto, que esperase que nada malo iba a pasar.