Te daré 2 opciones de materiales para construir en tu psiquis lo que deseas conseguir, y que Cupido escoja una. En la primera opción vamos a usar tres elementos básicos que posiblemente tengas en casa.
Los masajes tántricos son masajes eróticos que asisten a animarte a conocer los cuerpos de tu pareja. A medida que se familiarice con el cuerpo de su compañero, podrá aprender lo que los lúcida fuera de los puntos típicos de excitación.
La pareja se comunica para charlar de temas puntuales como los niños, labores prácticas y trabajo. Esto puede interpretarse como que los conyugues tienen en sus vidas en común otras prioridades que su relación y en consecuencia han perdido la capacidad de charlar y solucionar los inconvenientes en común.
Es mucho mejor si apelamos a sus sentimientos, y esto se logra jugando al juego al que nos invitan: sugiere las cosas antes de exponerlas de manera directa. Demuéstrale con hechos y no con palabras que tú eres ese tío genial que está buscando.
El clímax expandido y su disfrute deja acceder a estados de alegría y alegría que pueden perdurar horas, sostener altos los niveles de oxitocina, evitar avatares de dopamina y excesos de prolactina y, en suma, aumentar los niveles de energía y la sensación de relajación.
Invita a tu amante a comer su postre favorito: la delicia del chocolate del clítoris. Regatear el jarabe de chocolate en o en torno a su clítoris, ponerle crema batida en los labios y cubrirlo todo con una pizca pequeña. ¡Yum Yum!
Conforme el modelo de John Gottman, y tal como lo mencioné previamente, las parejas felices son las que tienen una mayor inteligencia sensible y aplican, quizás sin estar muy consciente de ellos, 7 principios esenciales que Gottman identifica de forma clara.
Lo raro es que el clítoris no sirve para nada más que para dar placer (¡benditas seamos las mujeres!). No tiene función reproductiva, ni relación con el ciclo menstrual ni con la orina a diferencia del pene. Por ende, es un regalito nada más. Y como es un extra, hay que saber cuidarlo
Parece algo simple pero la persona soltera que no tiene hijos de una relación anterior cuando se une a alguien quien ya tenía una familia establecida, se ve obligada a renunciar a una serie de cosas pues los protagonistas principales en su historia de amor, serán los hijos de su pareja.
Aquellos padres, profesores, organizadores, inspectores, rectores, policías o personajes de la política que pierden el control en frente de los alegatos y berrinches de la juventud, solo prueban su ignorancia y/o también el olvido de un tiempo ya pasado para ellos en su juventud.
