Aprovecha para descubrir no solo lo que te gusta en la otra persona, asimismo mantente atento a esas cosas que realmente te enfadan y no aguantas. Y si en algún momento te surge la ida idea de que podrás mudar en el futuro aquello que no te gusta el día de hoy en una persona, por favor olvídalo.

Antes he dicho que el aburrimiento llenaba mi vida, aunque esa no es toda la historia. Con mi matrimonio en curso, navegando hacia el borde del mundo, me encontraba viendo la tele con mi maravillosa hija en el momento en que me rasque la nuca y me encontré un bulto.

Que se rechace el permiso a cualquiera de las exposiciones de cadáveres plastinados como la de Human Bodies, por su procedencia incierta, por el respeto a los difuntos y a los familiares de estos. Esta se está realizando en la actualidad en Barna, centro comercial Las Arenas.

Debido a que mis nervios estaban destrozados durante mi única experiencia con el fisting, no fue precisamente un momento mágico, más bien como uno surrealista. Mas puedo dar algunos consejos sobre el fisting, ofrecidos por amigos y otros recursos. Son los siguientes.

Una vez que hayas descubierto qué s del cuerpo deseas que estimule tu juguete, querrás elegir un juguete que haga el trabajo tal y como te gusta. Generalmente, si puede responder a las preguntas en esta breve lista de verificación, va a haber reducido enormemente los criterios de su juguete.

Jugar a que es difícil de conseguir lo hace más valioso ante los ojos de la otra persona. Si está siempre y en toda circunstancia disponible para su ex, no se percibe como un reto, quedando como demasiado fácil, o peor todavía, necesitado o pegajoso.

De repente me enojé. Mucho. Lo bastante como para decidir, sí o bien sí, sacar el maldito dedo del fregadero. Y… lo hice. Pegué un tirón con fuerza y salió. Entero (menos mal). Sangrando, dolorido, hinchado y feísimo. Mas enterito.

El te eligió y esa es prueba suficiente de que te quiere en su vida y eres importante. Nada lo obliga a estar contigo, así que no necesitas competir constantemente con su entorno (familia, trabajo, amigos, iglesia…) para probar eso.

Superado eso, ya se comienza a salir, y la cosa parece que promete. Los hombres pensamos y probamos el cariño de manera diferente a las mujeres, al tiempo que la mujer quiere que le adivines el pensamiento.

Resumiendo, ahora entiendo a mi paciente cuando decía que para que un hombre pudiese ser hombre, la mujer tenía que ser mujer. No estoy hablando de sumisión ni abnegación, solamente de respeto y admiración.