Nota del autor: Aprendí todo esto de varias personas en la comunidad BDSM, y aún estoy aprendiendo. Deseo reconocer a Jo Arnone, Guy Baldwin, Hilton Flax, Janette Heartwood, Conrad Hodson, Michael de Paddles, Constance Slater y Sharrin Spector. Y evidentemente, luego están las diferentes opiniones y posturas políticas de cada uno de ellos respecto a temas tan esenciales como la identidad nacional, la financiación, las relaciones con las otras comunidades del estado español o bien la propia idea de la independencia política respecto a España, que defiende una de la sociedad catalana. Opiniones todas y cada una respetables y defendibles en una sociedad democrática como esta. Y posturas que cuando vengas a Barcelona probablemente vas a escuchar y conocerás desde cierto punto de vista y otro, siempre y en todo momento defendidas con mucho apasionamiento, como buen pueblo mediterráneo que es el catalán. Mas sobre esas diferentes ideologías hay una base cultural común que comn los catalanes, y si vivirás en Barcelona a lo largo de un tiempo, te invitamos a que trates de conocerla, de acercarte a ella. De esa forma te resultará más simple entender y comprender a sus habitantes, y podrás beneficiarte de ese aprendizaje cultural que comentábamos anteriormente.
En los cuadros de John Kacere, no obstante, no encontramos la desnudez absoluta. Todas y cada una de las mujeres pintadas en sus cuadros lucen ropa interior. De este modo, John Kacere despliega en su obra todo un catálogo de piezas de ropa interior de todas las formas y colores. Con lacitos, sin lacitos, con ligas, sin ellas, aproximadamente rectadas, aproximadamente provocativas… las prendas interior que John Kacere pinta en sus cuadros son, cuanto menos, sugerentes. Bastante difícil con quedarse extasiado frente a la demostración de buen gusto y, al mismo tiempo, sensualidad que muestran sus cuadros. No hay en ellos obscenidad y si el pensamiento se vuelve indecente es, simplemente, por el hecho de que nuestro pensamiento lo es. Kacere se fija en los detalles más sutiles de los encajes y de las tiras de seda de las prendas de lencería y las plasma con elegancia excelente.
La patología extrema de la misión imposible: donjuanismo y mesalinismo
Recuerdo claramente que a lo largo de una de mis primeras sesiones, un caballero corrió uno sobre mi camisa y mis varitas se animaron inmediatamente. Entonces deslizó la fusta bajo mi camisa. Era fresco y suave y él golpeó ligeramente mis pechos con él antes de pasárselo por encima de mis jeans, y por último lo empujó entre mis piernas. Cuando finalmente llegó a golpearme el culo con eso, un charco comenzó a formarse bajo mí. Años más tarde, cuando conocí a un nuevo amante y noté que tenía una cosecha colgada sobre su puerta, supe que lo haríamos. El caso es que los hombres también. Ellos precisan compartir con un amigo próximo para desahogarse. No obstante, hay que comprender que su forma de drenar es diferente. No es usual que 2 hombres se citen en un café para charlar de su matrimonio y/o como le va con su esposa. No salvo que estén bajo una situación de desespero que lo merezca. El hombre no demanda la necesidad de hablar y comunicarse tanto como la mujer.
Entre dichos productos podemos localizar los siguientes:
Las bombas de vacío para el pene
En mi caso solo se trataba de un documento siempre escrito por la otra persona a lo largo del momento cigarro de después, en el que aprovechaba para decir que, frente a los hechos acontecidos, sería ventajoso para los dos definir y regular nuestra nueva relación con la intención de acorazar la amistad. Se trataba de un acto simbólico por medio del cual nos forzarnos a charlar y de esta manera aclararnos en cuanto a intenciones y/o sentimientos, y eludir confusiones futuras que puedan derivas en discusiones. Si bien el entrenamiento real de un esclavo engloba a la persona en su totalidad, el sine qua non de un sumiso orientado al servicio es la actitud adecuada. Diferentes roles pueden dictar diferentes técnicas de entrenamiento, mas todos los esclavos, y los dominantes, asimismo deben cultivar una actitud de atención plena.
Al meditar de este modo, toda su preocupación al hacer el amor se centra en quedar bien ante los ojos de su compañera de sexo, y como carece de la espontaneidad imprescindible para amar como es debido, su actuación en la intimidad es calculada, fría, desprovista de sentimiento y absolutamente frígida. Se trata de un hombre frígido, aunque consiga la erección y sea capaz de eyacular en un instante dado. La energía renal de una pequeña se vuelve rebosante a los 7 años de edad. Sus dientes infantiles empiezan a ser reemplazados por otros permanentes, y su cabello comienza a medrar más. Su meridiano de gobierno está abierto. Más o menos a los catorce años, una mujer empieza a menstruar y su concepción del meridiano se abre y comienza a fluir, lo que aumenta la energía de sus meridianos conectivos en gran profusión. Con la menstruación (llamada en los tradicionales Mar de sangre, el Chung Mai), el útero ahora está completo y es capaz de impregnarse. A la edad de 21 años, la energía nefrítico de una mujer se llena. Conforme llega a la edad adulta, sus dientes están totalmente desarrollados y sus últimos molares. Sus meridianos de Yang Ming ahora están llenos y se conectan a su cara. es más brillante y preciosa ahora.
Desde luego, vivir con estas personas se vuelve penoso y muy difícil de aguantar
Dentro de la dinámica descrita, el insultado intenta ofender y el agravio se paga con el agravio. Ante la ofensa, el común de los mortales procura ofender a quien le ofendió, procura pasar al contrataque, procura devolver el dolor que se le ha ocasionado, un dolor que, en ciertas ocasiones, viene a sumarse a otros dolores precedentes. En cierto modo, toda nueva ofensa tiene la capacidad de reabrir viejas heridas, de regresar a hacer sangrar la que ya sangró. No va a reírse de ti o será mala: simplemente te ignorará. Las mujeres no asienten y se ríen al pasear cuando son abordadas por un chaval. No pasa como en las películas de Hollywood en que mujeres guapas y con cuerpazos rechazan, uno tras otro, a caballeros humillándolos hasta que llega uno con un cochazo y se suben a su auto. Ciertas mujeres que frecuentan discotecas te pueden mirar sobre el hombro: pero esta clase de mujer es sólo para un rollo de una noche y eso no te resulta interesante, ¿cierto? No pocos son los templos que muestran en algún lugar de sus capiteles o en otras unas partes de su arquitectura imágenes de parejas que se besan, que copulan, que exhiben sus genitales adoptando posturas que, incluso el día de hoy, podrían escandalizar a muchas personas.
Supongamos que comienzas tú la sesión de caricias
Cuando tenga la capacidad de memorizar a las mujeres con su propia autoestima que rezuma por los aspectos socialmente extraños de su interacción con ella, le permitirá seguirla en escenarios sexuales que el hombre no evolucionado jamás lograría en un millón de años. Le da permiso para seguirte. Le deja saber que puedes manejar lo que es y lo que sucederá. Yo los exhorto a que evalúen la calidad de sus relaciones íntimas y, si no tienen estos componentes, les aconsejo que empiecen a compartir sin aguardar que la otra persona esté conforme con lo que com. Sin aguardar que la otra persona los comprenda. Recuerde que el propósito es compartir, intimar, acercarnos y sentirnos más unidos a la otra persona.
Con un cuerpo escultural y unos pechos de infarto, en mí encontrarás a una dulce compañera y a una apasionada amante que te hará sentir en todos y cada uno de los momentos de nuestro encuentro el hombre más afortunado de la tierra. Y la magia te permite seguir avanzando en el contacto físico con una mujer. Recuerda el trasero mágico, el primer juego que te enseñé, en el que no pasa nada. debe asociar tu contacto físico a algo ameno no percibir que estás procurando meterle mano. Pero en este caso, se trata de inocentes acciones chistosas que forman de un juego de magia. No obstante, ya habrás logrado que asocie el hecho de que la toques con pasarlo bien. ¿Qué más se puede pedir?
Fragmentos de la obra de SOREN KIERKEGAARD. Donde escribe confesiones de su amor por su amada y por el amor mismo al eterno femenino. Sus lucubraciones se tornan filosóficas, poesía, arte y romance La falta de conocimiento, es uno de los grandes problemas, con el que nos hallamos durante toda nuestra vida los hombres en el momento de cautivar a una mujer, y es que si bien creamos que sabemos, no sabemos realmente nada, o bien lo poco que sabemos no marcha como debería. Simplemente hemos aprendido lo que nos han enseñado nuestros progenitores, o bien mismos hemos visto en películas románticas, al observar aotras personas de nuestro alrededor, todo era información obsoleta, desactualizada, que de nada s ervía para cautivar a una mujer, mas en ningún instante nos hemos parado y hemos dicho voy a probar yo mismo esta serie de comportamientos diferentes, a ver que tal funcionan, darle la vuelta a la tortilla, esa es una de las claves, el autodescubrimiento por uno mismo de las cosas.